El 89,7 % de la producción eléctrica de la Comunidad en 2022 fue renovable, frente al 42,2 % del conjunto de España. Castilla y León se ha convertido definitivamente en la comunidad líder en España tanto en potencia instalada en energías renovables, eólica e hidráulica, como en la cantidad de energía limpia vertida a la red eléctrica española. La energía generada en el territorio castellano y leonés a lo largo del año 2022 ha posicionado a la llamada energía renovable como la principal generadora de energía con un 89,7 % del total de la generación eléctrica, frente al 42,2 % del conjunto del país, un 4,5 % inferior al año 2021.
Castilla y León es pionera en tecnologías renovables para la energía
En lo que respecta al territorio europeo, tan solo Noruega obtiene un porcentaje mayor de producción eléctrica renovable que Castilla y León; en concreto, el país escandinavo alcanzó en 2022 una cuota del 98 % de producción con fuentes renovables. Este posicionamiento destaca la importancia y el compromiso de Castilla y León en la transición hacia un modelo energético más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.
En Castilla y León se está generando cerca del 20 % de toda la potencia instalada renovable en España, siendo líder en la potencia hidráulica con el 25,7 % y también en eólica, con el 22,4 % de toda la potencia española para aprovechar el viento. En el caso de la solar fotovoltaica, la Comunidad cuenta con el 7,17 % de la potencia instalada del país, a lo que hay que sumar el 9,24 % de otras renovables, entre las que se encuentran el biogás, biomasa, aprovechamientos hidráulicos y geotermia. Estas cifras resaltan la diversificación y la robustez del sector de energías renovables en la región.
Previsiones de la Junta de Castilla y León
Asimismo, la Junta de Castilla y León, prevé un incremento en la instalación de la potencia de energías renovables en torno a los 3.000 megavatios para los próximos tres años. Este ambicioso plan se enmarca dentro de una estrategia más amplia para consolidar el liderazgo de la región en la producción de energía verde y contribuir significativamente a los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero tanto a nivel nacional como europeo.
El objetivo de instalación de energía eólica, acorde con las estrategias en materia de renovables europea y de España, es de 10.000 nuevos megavatios en el año 2030. Este incremento en la capacidad instalada permitirá no solo satisfacer la demanda energética de manera sostenible, sino también crear nuevas oportunidades económicas y de empleo en la región, impulsando el desarrollo local y la innovación tecnológica.
Igualmente, desde la Junta de Castilla y León se está impulsando el desarrollo del autoconsumo fotovoltaico en todo su territorio. Al término de 2022 se habían instalado en la Comunidad un total de 134 MW de potencia fotovoltaica de autoconsumo. En ese ejercicio se instalaron 74,2 nuevos megavatios de autoconsumo, lo que supone haber multiplicado 2,5 veces la potencia instalada el año anterior. Esta fuente de energía renovable ha supuesto un importante crecimiento en la instalación de paneles solares para producción eléctrica en casas particulares respecto a 2020.
Autoconsumo como fórmula de éxito en tecnologías renovables para la energía
El impulso al autoconsumo no solo representa una ventaja para los consumidores, que pueden reducir sus facturas de electricidad y aumentar su independencia energética, sino que también contribuye a la estabilidad de la red eléctrica y a la reducción de la huella de carbono de la región. La combinación de grandes proyectos de generación renovable y el fomento del autoconsumo crea un modelo energético más resiliente y sostenible para el futuro.
En conclusión, Castilla y León está liderando el camino hacia un futuro energético sostenible, generando casi el 90 % de su electricidad a partir de fuentes renovables. Con planes ambiciosos para aumentar aún más la capacidad instalada y el fomento del autoconsumo, la región está estableciendo un ejemplo a seguir tanto a nivel nacional como internacional en la lucha contra el cambio climático y la transición hacia una economía baja en carbono.