En el informe ‘Estudio de la capacidad de producción de biometano en España’ que lo presentó la Asociación Española del Gas, Sedigas a inicios de año, hay muchas claves de cómo conseguir liberarnos de la necesidad de obtener gas de países productores. En concreto, según esas cifras, el biometano podría ser la clave de todo, y con la infraestructura actual, en España se podría cubrir el 100% de la demanda interna de las viviendas.
Entendiendo el potencial español en el ámbito del biometano
Actualmente, y siguiendo los datos del informe mencionado anteriormente, en España hay una producción potencial máxima de biometano que alcanza los 163 teravatios hora anuales. Con esa cifra, llevada al consumo actual del consumo doméstico, se podría cubrir el 45% de la demanda nacional de gas natural. Es decir, el 100% de los hogares (consumo doméstico), y hasta el 48% del consumo necesario para la industria.
El caso de Castilla y León es todavía más destacado en términos de posibilidades del biometano. Dado que lideraría el ránking en capacidad productora de todas las comunidades autónomas españolas, manteniéndose líder como lo es ya en otros proyectos de energías renovables.
Las cifras potenciales del biometano en Castilla y León
Como enunciamos antes, en el caso del potencial del biometano en España, Castilla y León lidera el ranking . Su capacidad ascendería a los 37,78 TWh, que en términos relativos, son el el 23,2% del total. Si se ejecutase el plan, al menos siguiendo los datos del informe, esto daría como resultado que se instalasen hasta 520 plantas en Castilla y León. Y si las demás comunidades hiciesen lo mismo, se tendrían 2326 plantas en España para alcanzar a cubrir toda la demanda doméstica y casi la mitad de la industrial.
El problema de la burocracia para poder generar biometano en España
No es la primera vez que la burocracia se cuela entre nuestros artículos relacionados con el medioambiente. De hecho, es uno de los grandes escollos no solamente para el biometano, del que estamos hablando hoy como energía renovable, sino en general para todas las energías renovables en España. De media, en el caso de este tipo de energías, la aprobación de proyectos le lleva a la administración entre 1-2 años de procedimiento, lo que dificulta enormemente la tarea, al tiempo que desincentiva el interés.
Actualmente, según datos recogidos en el mismo informe, se encuentran en período de tramitación frente a la administración un total de 200 proyectos de biometano. Son obviamente insuficientes teniendo en cuenta que para cubrir esa demanda interna de los hogares al 100% y casi la mitad de la industrial habría que construir 10 veces más, hasta superar las 2000 plantas.
Además, no tiene sentido, porque España, como país de la Unión Europea forma parte del plan REPowerEU de la Comisión Europea en el que se especifica que el consumo de gas ha de provenir de biometano en al menos un 10%, siendo el doble de exigente cuando se habla de metros cúbicos deseables en 2030. Está claro que España tiene potencial, y que dentro del territorio nacional, Castilla y León podría liderar todos estos proyectos. Ahora solo falta que la Administración trabaje en facilitarlos, porque los resultados serían positivos para el planeta y para toda la población.